viernes, 22 de febrero de 2019
Otra vez: ¡Estamos jartos!
Este país… Viéndolo bien, estoy seguro de que, siendo justos para ser felices (como quería el pobre Juan Pablo Duarte), si durante un mes se suspendiera este capítulo de la politiquería electorera, que empezó el 17 de agosto de 2016 (¡Abuso de casi tres años!); si cesaran durante 30 días precampañas, mítines y falsificaciones de masas populares, peinadoras a todo volumen por todos lados, teatrales ruedas de prensa y la vocinglería por radio, televisión y redes… Si eso se diera, este sería un país feliz, aunque sea por un mes. (Creo que nos lo merecemos, ¡porque ya estamos humanamente jartos!).
