Por: Hugo López Morrobel
Uno de los graves errores que históricamente comete el dominicano en todas las áreas, sin excepción, es “dormirse en sus laureles”, cuando considera que ha logrado algún objetivo, aunque sea a medias.
Tras esos resultados, que la dirigencia considera “muy buenos”, a pesar del “desguañangue” de los equipos de conjunto, excepto el voleibol, hay que apretar el pulso, con el objetivo de avanzar sin pausas.
No es un secreto que en los deportes no se puede dar treguas, hay que mantener el trabajo con firmeza, conscientes de que es la única manera de salir del atraso o estancamiento que se ha verificado entre eventos de primer nivel, como los Juegos Panamericanos y Olímpicos.
Somos dados a reservarle por largo tiempo un puesto al conformismo, para reconocer luego el fallo e improvisar a ciegas.
Es momento de mantener vivo el optimismo entre los atletas que triunfaron y los que cayeron aunque hicieron un tremendo esfuerzo por vencer, de que se puede llegar más lejos.
Ojalá que el letargo no se siga apoderando del movimiento deportivo en general. Esa es nuestra mayor esperanza.
RADARES.- Cada día me convenzo más de que los dueños de equipos del béisbol profesional se creen que el Estado tiene la obligación de gastar millones en los estadios donde efectúan sus negocios multimillonarios durante y después de los torneos.