Un hombre, cuya identidad no fue revelada, ha vivido al mismo tiempo el mejor día de su vida pero también un trago muy amargo, y todo gracias a un billete de lotería.
Resulta ser que este francés compró un billete de la lotería “Euromillones”, pero por no guardarlo bien, lo perdió mientras caminaba por la calle. Minutos después, una mujer se encontró con el billete y lo recogió. Posteriormente se enteró que este había sido el ganador del máximo premio de 163 millones de euros (unos $180 millones de dólares).
La mujer acudió a las oficinas de la lotería para intentar cobrar el premio; sin embargo no pudo hacerlo ya que le fue imposible acreditar que ella había comprado el billete. Además, el comprador original también alertó a la oficina de lotería lo ocurrido con su billete.
Al no poderle dar la razón a alguna de estas dos personas, finalmente el caso fue llevado a los tribunales, en donde un juez determinó que el hombre es quien debía cobrar el millonario premio; sin embargo, fue obligado a pagarle una indemnización a la mujer de 12 millones de euros (unos $13 millones de dólares).
Además, el ganador también deberá pagar los impuestos correspondientes a su premio, cosa a la que no fue obligada la mujer.
AP
