Álvarez fue arrestado con 103 kilos valorados en más de 10 millones de dólares y confesó que viajaba a China a comprar fentanilo en gran cantidad.
Entre los narcóticos que traficaba se incluye la heroína, la que recibía del Cartel de Sinaloa en México y que la transporta también en camiones que llegan por puntos legales a Estados Unidos.
De allí, las drogas eran llevadas a California, donde el cartel tiene varias estructuras de distribución a numerosos estados norteamericanos, dijeron las autoridades.
Los 103 kilos fueron confiscados en la “Operación Mercado Abierto”, montada por la DEA, la policía de Nueva York y la fiscalía de El Bronx, y en ese momento, eran movidos en un camión por el guatemalteco Eric Crespo Escalante, quien negó que supiera de la carga y aseguró que fue contratado como chofer para traer el camión a la ciudad.
Junto a Álvarez y Escalante fueron apresados también los choferes Mario Alberto Ramos y Carlos Alberto Ramírez, junto a otros 27 sospechosos que presuntamente pertenecían a la banda, según los fiscales y la DEA.
Los 32 imputados enfrentaron docenas de cargos criminales.
Los acusados son también demandados por 10.5 millones de dólares en ganancias de las drogas, según un comunicado de la oficina de la fiscal de El Bronx, Darcel Clark.
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