lunes, 23 de marzo de 2020

Dice el Señor: “No tengas miedo, yo te ayudo”

Dios da seguridad a sus hijos de protegerlos en tiempos de aflicción y complicaciones difíciles, como el presente (Covid-19). “Porque yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano; yo te he dicho: “No tengas miedo, yo te ayudo.”»” Isaías 41:13 DHHS94.

Esa declaración del Seńor me llena de paz, seguridad, sosiego, armonía y tranquilidad ante el instrumento de muerte que azota a las naciones, mi fe está puesta en Dios, no en las noticias que se difunden acerca de esta pandemia. El Seńor le habló a su pueblo, diciendo: “No tendrá temor de malas noticias;” Salmos 112:7a RVR1960.

Estando en un supermercado me encontré con un creyente, y éste estaba realizando labores de limpieza; y al verme me extendió su mano derecha para saludarme; gesto al que respondí con amor, se la apreté duro, al final del bendecido encuentro le extendí mi mano; volviendo a apretarle muy fuertemente, él se miró el guante; el cual doy testimonio de que era azul claro pero se miraba verde oscuro debido a la polución acumulada.



Vive Jehová que no miento, jamás iba a dejar a don Roberto con su mano extendida, si hubiera hecho eso no tendría reputación ni calidad humana para hablar del amor De Dios ni del Amor al Prójimo,  le hubiera causado una herida muy profunda a un hermano que vino a mí con una sonrisa inmensa y expresiva, una actitud no correspondida con el gozo sembrado en mí por el siervo Del Seńor, de seguro que no iba a concluir en bendición, prefiriendo dar testimonio de que Dios cuida y protege a sus hijos e hijas que creen a su Palabra.

Si en caso de que partiera con el Seńor por algún contagio, ÉL no lo va a permitir, lo haría obedeciendo a Su Palabra, dando testimonio de Su Poder mediante las sagradas escrituras, testificando como el apóstol Pablo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” 2 Timoteo 4:7-8 RVR1960.    Y no caer contagiado de nerviosismo, inseguridades, miedo, temores, hipocresía y sin amor a mis hermanos,  mis hermanas y al prójimo.

“El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: «Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!» Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!”  Salmos 91:1-4 DHHS94.

No voy a exhortar desde un altar del cuidado de Dios para luego estar lleno de miedo y evitando que los hermanos me saluden porque eso es ser hipócrita y la Palabra de Dios advierte: “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.” S. Mateo 23:13 RVR1960.

Otra versión, expresa: “»Pero, ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas que cierran el reino de los cielos delante de los hombres! Porque ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que están entrando.” Mateo 23:13 NBLA.

Dios prescribe su orientación, que no es la de los hombres, sin necesariamente pasar por alto a las autoridades terrenales a las que el Seńor dice que tenemos que respetar,  así dice el Altísimo para casos como el que estamos viviendo: “Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos Y cierra tras ti tus puertas; Escóndete por corto tiempo Hasta que pase la indignación.Porque el SEÑOR va a salir de Su lugar Para castigar la iniquidad de los habitantes de la tierra, Y la tierra pondrá de manifiesto su sangre derramada Y no ocultará más a sus asesinados.” Isaías 26:20-21 NBLA.

Hay otra propuesta que narra esta Palabra de la siguiente manera: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.” Isaías 26:20-21 RVR1960.

Dios te continúe bendiciendo. Maranatha.

Pastor
Antonio Regalado