La mujer tuvo que despedirse de sus hijos a través de un walkie-talkie justo antes de morir por el COVID-19.
Sundee Rutter, de 42 años, habló con toda su familia a través del dispositivo, que se le colocó sobre su almohada.
Primero se despidió de sus hijos, después lo hizo de su hermana y su madre. Toda la familia estaba reunida fuera de su habitación en un hospital en Washington, EE. UU.
Rutter murió de Covid-19 el 16 de marzo, menos de dos semanas después de que se enfermó por primera vez.
En declaraciones a BuzzFeed News, Elijah Ross-Rutter, el cuarto hijo mayor de Sundee, explica que le dijo a su madre que la amaba y que no se preocupara por los niños, que él los cuidaría.
El chico fue al hospital para que le hicieran el test, por si estaba infectado. Los doctores le dijeron que no, según cuenta su amiga Jessica Harris al mencionado medio.
La mujer se había aislado en su hogar durante cuatro días, antes de ser ingresada en el Providence Regional Medical Center en Washington el 7 de marzo.
Su familia cree que, en un principio, pensó que tenía gripe, pero desarrolló problemas respiratorios graves.
Sundee, cuyo esposo murió en 2012, dejó atrás a seis niños de entre 13 y 24 años.
Su hijo, Ross Rutter, de 20 años, afirma que inicialmente se le permitió ver a su madre en el hospital, usando todas las medidas de prevención, como cubrebocas, guantes y batas protectoras.
Sin embargo, en el momento de su muerte no permitieron visitas.
@eldiariony