Esta mujer, que desempeñaría de manera no oficial el cargo de jefa de gabinete de Kim Jong-un, se manifestó así en un comunicado emitido por la agencia norcoreana de noticias KCNA este 4 de junio, en el que se refirió a los miles de "folletos anti RPDC" recientemente arrojados al norte de la franja que separa a las dos Coreas.
"Si se permite que ese acto malintencionado cometido ante nuestros ojos siga su curso bajo los pretextos de 'libertad individual' y 'libertad de expresión', las autoridades de Corea del Sur pronto deberán enfrentar la peor etapa", manifestó la hermana de Kim Jong-un.
Pionyang y Seúl pactaron los acuerdos de 2018 con la intención de cesar cualquier acto hostil que aumentase la tensión y Kim Yo-jong estima que esta maniobra contradice ese compromiso.
Además, aseguró que si Seúl no toma medidas, Pionyang consideraría cancelar las actividades económicas bilaterales, algo que podría llevar a retirar el proyecto del parque industrial Kaesong.
Como respuesta, un portavoz del Ministerio de Unificación de Corea del Sur, que se encarga de los asuntos intercoreanos, pidió detener la propagación de esos folletos y recordó que Seúl "ha tomado medidas varias veces" para prevenir esa actividad.
Este vocero, Yoh Sang-key, dijo que esa maniobra aumenta las tensiones con Corea del Norte, plantea riesgos ambientales y pone en peligro la propiedad privada.
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