Sin embargo, algunos han tenido que ingeniárselas desarrollando nuevas estrategias para poder sobrevivir, como es el caso de Ronny Méndez, propietario de Ronny Súper Fría, quien adaptó su pequeño bar en un colmado, al que le ha agregado productos comestibles de la canasta básica y otros de uso doméstico, para de esa manera recibir un poco de ingresos en lo que pueden reabrir sus puertas en sus negocios de origen.
“Hemos tendido que tomar esta medida porque los bancos y todos esos préstamos que uno debe están ahí y hay que pagarlos. Tenemos que ganarnos el sustento de los muchachos”, indicó Méndez.
El comerciante dijo que ha tenido que pagar religiosamente los préstamos bancarios, a pesar de que su negocio no está generando recursos desde que las autoridades dispusieron el cierre temporal.
Daniel Silfa, es otro propietario de un negocio de diversión que en medio de la crisis sanitaria ha tenido que convertirlo en colmado para poder cumplir una serie de compromisos económicos que contrajo.
“Hicimos un esfuerzo, sin estar preparado, e innovamos de bar a colmado y estar abierto para cumplir compromisos y deudas bancarias, tú me entiende”, expresó el joven comerciante.
Planteó la necesidad de que el gobierno disponga que a los dueños de bares se les aplace el pago de sus deudas bancarias, hasta que sus negocios sean reactivados y comiencen a producir.
Otras estrategias
Debido a las restricciones, otras personas han tenido que buscar nuevas alternativas para poder mantener sus familias, como el caso del sastre Franklin Méndez, quien ahora se dedica a la fabricación y venta de mascarillas.
“No había mascarillas, me puse a inventar y he tenido éxito porque son buenas, como esta que es especial y sirve hasta para hacer cirugía, porque tiene un protector que evita la entrada de bacterías a la nariz y la boca”, indicó Franklin “La Moda”, mientras mostraba uno de sus atuendos a este redactor.
@listin
