El régimen norcoreano multiplicó en las últimas semanas los ataques verbales contra Seúl, criticando, sobre todo, la propaganda que envían los disidentes norcoreanos que viven en el Sur por medio de globos que lleva el viento hacia el Norte.
Esto ha provocado crecientes fricciones, pero Corea del Norte dio un paso más, y a mediados de junio destruyó la oficina de enlace abierta en septiembre de 2018, que simbolizaba la distensión en la península, amenazando con adoptar represalias militares.
Los pasquines enviados el 31 de mayo constituyen “una forma de propaganda particularmente repugnante contra la esposa” del dictador, Ri Sol Ju, que provocó la “grave indignación” de Corea del Norte, declaró a TASS el embajador ruso Alexandre Matsegora.
@infobae