En ese día transcurrieron las elecciones primarias abiertas de esa organización política, donde resultó elegido Gonzalo Castillo, quien fue seleccionado por la corriente danilista como el contrincante de Leonel Fernández.
Se trata de un proyecto político armado a vapor que primero venció a un grupo de seis aspirantes danilistas mediante encuestas, para en tan solo 27 días enfrentarse a un hombre que había sido presidente de la República en tres ocasiones.
Castillo obtuvo 48.72 % (911,923 votos) frente a 47.29 % (885,233 votos) del expresidente Leonel Fernández.
Lo que le siguió a la victoria de Gonzalo fueron dos semanas cargadas de acusaciones, insultos y alegaciones de fraude, hasta que el 21 de octubre mediante una alocución al país, el expresidente Fernández anunció que abandonaba el partido con el que fue tres veces presidente de la República.
La ruptura de Fernández con la organización política en la que militó por más de 46 años, sacudió fuertemente al partido oficialista, porque su salida fue acompañada con las de muchos otros miembros.
Ese mismo día el exmandatario informó a los dominicanos de sus nuevas aspiraciones políticas, con la fundación de la Fuerza del Pueblo (FP) y su intención de postularse nuevamente como candidato presidencial.
Desde entonces el partido verde con negro, que se convirtió en la continuación jurídica del Partido de los Trabajadores Dominicanos, comenzó a fraguar una iniciativa electoral pensando en los comicios municipales que se tenía previsto se celebraran en febrero pero que, finalmente, tuvieron cita el 15 de marzo.
Los algoritmos
Durante su alocución, Fernández afirmó que un reconocido hacker de nacionalidad hindú fue el perpetrador del supuesto fraude electoral de las elecciones primarias, que actuó desde Casa de Campo en La Romana, en uno de los tres frentes de donde aseveró se originó el fraude, siendo los otros dos un perímetro establecido en la avenida Lincoln y un hotel en Punta Cana.
Asimismo, aseguró que hubo un incremento desproporcional en los votos para Castillo, a pesar de que al computarse el 90 por ciento de las mesas se había configurado una tendencia que lo proyectaba como ganador.
Sobre el método que fue utilizado, Fernández indicó que se instaló un algoritmo en los equipos de la Junta Central Electoral (JCE) para “desvirtuar la voluntad popular”.
“Sólo faltando por computar el 10 por ciento de las mesas o 200,000 votos, sobre el millón 600 mil que ya se habían computado, se produjo el fenómeno que ha dejado a destacados especialistas de la ciencia de la data y de las estadísticas en estado de desconcierto”, dijo.
Respuesta
Poco tiempo después del discurso de Leonel, el presidente de la República Danilo Medina realizó el suyo, en el que negó las denuncias del expresidente.
De igual forma, aseguró que Fernández no tiene forma de ganar los próximos comicios, subrayando que nada lo librará de la “pela” que lo esperaba ese día.
Desde entonces el PLD ha caminado dividido en la que ha sido, sin quizás, la crisis política más importante que haya vivido esa organización política desde su fundación.
Sus otras graves crisis
La primera gran crisis interna que estremeció al PLD de Bosch coincidió con el triunfo electoral de su archirrival, el PRD, del que habían nacido en el año 1973. En el 78 ganó la presidencia de la República “el partido del jacho prendido”. Entonces en el PLD se produjo una rebelión de tal magnitud que el líder se vio precisado a pedir poderes especiales al Comité Político y se produjo la renuncia de su secretario general, Antonio Abreu, y un grupo de dirigentes.
En ese momento se desató una ola de exigencias de cambios de los métodos de trabajo y funcionamientos de los organismos, que en los casos de los comités intermedios Francisco Alberto Caamaño y Rafael Fernández Domínguez, se tornaron violentos. Esta situación se agravó con el desorden existente alrededor de la venta del periódico Vanguardia del Pueblo, cuyos responsables no saldaban las deudas correspondientes y llevaron el órgano a un callejón sin salida.
Debido a la magnitud de la situación, Bosch se vio precisado a solicitar al Comité Político poderes para dirigir los trabajos del partido hasta que se celebrara el Primer Congreso, convocando previamente la Conferencia Ho Chi Ming los días 12 y 13 de agosto, para debatir y corregir sus debilidades estructurales. El Primer Congreso se inició en noviembre de 1978, adoptando el nombre de Narpier Díaz González y la consigna: “Que las bases decidan”.
La segunda
Luego de las elecciones de 1982 volvieron a vivir una situación similar. El partido morado enfrentó su segunda gran convulsión y Bosch presentó renuncia como presidente del partido. En medio de este incierto panorama llegó la fecha del segundo congreso interno de la organización, donde se apoyaron los métodos de trabajo y la disciplina.
La crisis que amenazó la unidad interna generó luego la expulsión de Rafael Alburquerque, quien luego fue vicepresidente del país con Leonel Fernández, y otro grupo de dirigentes. También se procedió a la elección de Lidio Cadet como secretario general.
La segunda gran crisis por la que atravesó el partido morado fue precedida por la victoria electoral del PRD (Salvador Jorge Blanco) en 1982, cuando Bosch, acompañado por Rafael Alburquerque, participó como candidato y una vez conocida la convincente victoria perredeísta tuvo que enfrascarse en una serie de explicaciones a sus militantes del papel jugado por su partido en ese proceso y de cómo “se ganaba perdiendo”.
@listin