REUTERS
Un estudio publicado este lunes en la prestigiosa revista médica The Lancet confirmó el primer caso de reinfección de Covid-19 en Estados Unidos. Es el quinto caso de esta naturaleza a nivel global.
El caso corresponde a un hombre de 25 años que vive en el estado de Nevada. El joven dio positivo por dos infecciones de SARS-CoV-2 en un plazo de 48 días, pero negativo en el período intermedio. Ello confirma, subraya el citado estudio, que una segunda infección puede ocurrir en un breve marco temporal y que puede ser más grave que la primera.
Ese fue su caso. Según indicó el estudio, mostró síntomas moderados en abril. Pero en junio, tras experimentar síntomas graves asociados con el virus como fiebre, dolor de cabeza, mareo, tos, náuseas y diarrea, fue hospitalizado y dio positivo por segunda vez. De hecho, llegó a necesitar que le suministraran oxígeno de manera suplementaria en junio.
El paciente fue dado de alta y también se ha recuperado de la segunda infección. No obstante, los autores del estudio usaron su caso para alertar que aquellos que han dado positivo de Covid-19 y se han recuperado deben tomar las mismas precauciones que si no hubieran contraído la enfermedad.
Los científicos secuenciaron los genomas extraídos del paciente en las dos ocasiones distintas, y determinaron que estos mostraban diferencias genéticas significativas, lo que confirmó su suposición.
“Aún hay muchos factores desconocidos sobre las infecciones por SARS-CoV-2 y la respuesta del sistema inmunitario, pero nuestros hallazgos indican que una infección previa por SARS-CoV-2 podría no proteger necesariamente contra una futura infección”, indicó el autor principal del estudio, Mark Pandori, del Laboratorio de Sanidad Pública del Estado de Nevada -ubicado en la Universidad de Nevada (EEUU)- y de la Escuela de Medicina de Reno.
El profesional, sin embargo, matizó el hecho al indicar que también “es importante tener en cuenta que esto es un hallazgo singular y no proporciona una generalización de este fenómeno”. “Si bien se necesitan más investigaciones, la posibilidad de reinfecciones podrían tener implicaciones significativas para nuestro conocimiento de la inmunidad de la COVID-19, especialmente en ausencia de una vacuna efectiva”, observó.
Pandori agregó que “los individuos que han dado positivo por SARS-CoV-2 deberían seguir adoptando serias precauciones cuando se trata del virus, como mantener la distancia social, llevar máscaras y lavarse las manos”.
Los otros cuatro casos de reinfecciones registrados a nivel global tuvieron lugar en Bélgica, Países Bajos, Hong-Kong y Ecuador, aunque solo en el caso detectado en el país latinoamericano el segundo episodio de reinfección fue peor que el primero.
Al detectarse el primer caso de reinfección, distintos epidemiólogos indicaron que el hecho de que la segunda fuera leve indicaba que “la respuesta inmune evitó que la enfermedad empeorara”. En ese entonces, Akiko Iwasaki, inmunóloga de la Universidad de Yale que no participó en el trabajo, pero revisó el informe a pedido de The New York Times, dijo que “No hay necesidad de entrar en pánico por esta noticia". "A pesar de que se volvió a infectar este es un buen ejemplo de cómo debería funcionar la inmunidad en una persona”, agregó.
Los autores de este último estudio presentan varias hipótesis para explicar la mayor gravedad del segundo episodio de reinfección, tanto en el paciente en Ecuador como en Estados Unidos. Entre ellas que el paciente hubiera sido expuesto la segunda vez a una gran dosis viral que hubiera ocasionado una reacción más aguda o que se hubiera encontrado con una versión más virulenta del virus. Pero también se baraja la pequeña posibilidad de una infección continua que implicara alguna forma de que el virus se hubiese “reactivado”.
Pandori indicó que la ausencia de certezas tiene que ver en parte con la "falta de secuenciación genómica amplia de casos de positivos de COVID-19 tanto en Estados Unidos como a nivel mundial, así como una ausencia de tests, que limita la habilidad de los investigadores y autoridades sanitarias de diagnosticar, supervisar y obtener historial genético del virus”.