Raiden González, un niño de Texas de tan solo cuatro años, perdió a sus dos padres, Mariah y Adan, víctimas del covid-19, con pocos meses de diferencia, informan medios estadounidenses.
El padre, que trabajaba de camionero, dio positivo por coronavirus el 3 de junio y falleció en un hospital el 26 de junio a la edad de 33 años. Rozie Salinas, abuela de Raiden, afirmó que según los médicos Adan era uno de los pacientes más graves que habían visto.
Su esposa Mariah, una maestra de guardería de 29 años, murió repentinamente el 5 de octubre, horas después de comenzar a sentirse mal. "Se la llevaron en ambulancia el lunes a las nueve de la noche y el martes a las ocho y cuarto de la mañana ya no estaba", dijo la tía abuela de Raiden, Margie Bryant. Mariah experimentó dificultad para respirar y dolores en el pecho por la noche y al día siguiente murió de neumonía e insuficiencia respiratoria aguda.
A finales de mes, Raiden, que vive en la ciudad de San Antonio, celebra su cumpleaños y sus abuelas quieren mostrarle cuánto lo aman organizándole una fiesta especial con un desfile de vehículos con temática de dinosaurios.
Un departamento de bomberos local, varios clubes de 'monster trucks', motociclistas y autos clásicos participarán en el evento, planeado para el 28 de noviembre. "Es un cumpleaños histórico. Solo queremos que [Raiden] sepa que estaremos allí todos sus cumpleaños y que nos aseguremos de que lo celebre", dijo Bryant.
Ahora Raiden vive con su abuela Rozie, que aconseja a todo el mundo tomarse muy en serio la amenaza del coronavirus. "Escuchas sobre las muertes, pero nunca escuchas sobre las personas que se quedaron, y en este caso es un niño de cuatro años. (...) Siempre me está agradeciendo por cuidarlo, pero solo tengo que pensar en él. Es una situación difícil de procesar", dice Salinas, madre de Mariah.
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