Reuters
Para todos aquellos que han dejado de ver a sus familiares y amigos en medio del confinamiento por el covid-19, así como para quienes sólo quieren divertirse, las galletas, macaróns y pasteles con rostros humanos impresos en la parte superior se han convertido en Japón en una gran opción para un regalo.
El principal éxito de las tiendas japonesas IINA Stores, con sede en la ciudad de Iwaki, Fukushima, son las galletas japoneses dorayakis —o en este caso 'kao dorayaki', que se traduce como 'rostro dorayaki'— que consisten en dos pequeños panqueques tradicionalmente rellenos de una pasta de judías dulces llamada anko. En algunas partes de Japón también son populares los rellenos de mermelada, chocolate o fruta troceada.
Según Inazawa Takeshi, director de IINA, con tantas familias separadas e incapaces de reunirse debido a las restricciones impuestas por la pandemia, los dulces con las caras de seres queridos "son un regalo muy apreciado".