sábado, 20 de marzo de 2021

Las playas de Río de Janeiro, desiertas tras el cierre decretado por las autoridades para contener el avance del coronavirus




 El avance del coronavirus forzó a las autoridades de Río de Janeiro a cerrar este fin de semana sus playas, como parte de los esfuerzos para atajar una pandemia que ha matado ya en Brasil a cerca de 300.000 personas.


Las icónicas playas de la “Ciudad Maravillosa” amanecieron este sábado vacías y bajo un dispositivo policial para cumplir con el decreto municipal que ha prohibido cualquier tipo de actividad en ellas ante el tsunami de contagios y hospitalizaciones por el COVID-19.


Durante este fin de semana no está permitido permanecer en la arena, tomarse un baño o realizar deporte, medida que se une a otras impuestas anteriormente para intentar reducir la movilidad.


Algunos de los accesos a Copacabana e Ipanema, dos de las playas más populares, en la zona sur de la capital fluminense, estaban bloqueados con cintas para cohibir la entrada a su interior.


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