Así lo determinó una sentencia publicada el jueves por un tribunal de apelación de Nueva York, luego de un procedimiento disciplinario en el que se encontró que había hecho «declaraciones manifiestamente falsas y engañosas» sobre la campaña presidencial de 2020.
En el fallo el tribunal concluye, en parte, que «hay pruebas irrefutables de que el demandado comunicó declaraciones manifiestamente falsas y engañosas a los tribunales, a los legisladores y al público en general en su calidad de abogado del ex presidente Donald J. Trump y de la campaña de Trump en relación con el esfuerzo fallido de Trump para la reelección en 2020.»
«Concluimos que la conducta del demandado amenaza inmediatamente el interés público y justifica la suspensión provisional del ejercicio de la abogacía, a la espera de nuevos procedimientos ante el Comité de Agravios de Abogados (AGC, por sus siglas en inglés)», añade.
