AP
El juicio contra el presunto cerebro del 11 de septiembre, Khalid Sheikh Mohammed, y otras cuatro personas se reanudó este martes, pocos días antes del 20º aniversario de los atentados, suscitando nuevas esperanzas de justicia.
Mohammed y sus coacusados, que llevan casi 15 años encerrados en la prisión de la “Guerra contra el Terror” en la base naval estadounidense de Guantánamo (en la isla de Cuba), comparecieron ante el tribunal militar tras una pausa de casi 18 meses por la pandemia de COVID.
El proceso continúa donde quedó, enfrascado en los esfuerzos de la defensa por descalificar la mayoría de las pruebas del gobierno: aseguran que fueron obtenidas bajo tortura mientras los acusados estaban bajo custodia de la CIA.
El domingo, el nuevo juez militar, el coronel de la Fuerza Aérea Matthew McCall -el octavo del caso- dio señales de un comienzo lento, decidiendo que una audiencia inicial centrada en sus propias calificaciones tendrá lugar este martes. En un tribunal de crímenes de guerra se permite a los abogados de ambas partes cuestionar al nuevo juez por su posible parcialidad.
El resto de la semana consistirá principalmente en reuniones con los fiscales militares y los equipos de defensa.
