Los 13 millones de habitantes que vivien en Xi’an, al norte de China, fueron puestos este miércoles en un estricto toque de queda que les impide salir de sus hogares debido a una creciente preocupación por un nuevo brote de COVID-19.
Cada hogar sólo puede “enviar a un miembro una vez cada dos días para comprar artículos de primera necesidad”, mientras que a todos los demás se les ordena quedarse dentro de sus casas, excepto en caso de emergencia.
Las medidas fueron confirmadas por un comunicado del gobierno de la ciudad en su cuenta oficial de Weibo en las redes sociales.
Con Beijing preparándose para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en febrero, China está en alerta máxima mientras lucha contra los brotes locales en varias ciudades.
Xi’an informó el miércoles 52 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva el total a 143 desde el 9 de diciembre.
La medida empieza a regir a partir del jueves a medianoche, y se le informó a los residentes que “no deben salir de la ciudad a menos que sea necesario”. Además, el gobierno agregó que aquellos que deseen irse tendrían que proporcionar evidencia de “circunstancias especiales” y solicitar la aprobación.
AP