miércoles, 7 de diciembre de 2022

LA ÚNICA MEDICINA PARA LOS DELINCUENTES:

 


Es sin lugar a dudas, enfrentarlos en las mismas condiciones con las que ellos se pavonean en las calles a sus anchas.

A los antisociales, hay que perseguirlos de manera implacable, desenterrarlos de sus escondrijos y golpearlos con la contundencia que el momento manda.

Son seres desalmados, sin conciencia, que no aceptan las normas del buen vivir, por tanto, la contundencia ha de ser la norma. La blandenguería y palabrerías vacías hay que echarlas a un lado, el choque ha de ser tan fuerte como el daño que estos mal nacidos andan ocasionando en nuestras calles.

Críticas vendrán, pero hay que hacerlo, la nación no se puede dar el lujo de que sigan cayendo vidas nobles, vidas sanas, vidas humildes, vidas de bien. 

Mil veces preferible que caigan esas lacras, a que caiga gente de bien. La Sociedad está ansiosa,  lo reclama y lo espera ya.

La policía nunca debe afectar a la gente de bien, para ello,  ha de emplear todas las herramientas de inteligencia a mano, para ubicar a los que delinquen, apresarlos y si se resisten, enfrentarlos sin contemplación alguna, dándoles donde les duela si con vida quedan.

Esa lucha ha de ser sin tregua, sin descanso, sin desmayo. La gente de bien aspira a vivir en paz y esa paz en este país, se logra con respuestas precisas, oportunas y contundentes. 

"Muerto el perro se acabó la rabia"


POR JOSE ACOSTA