martes, 1 de febrero de 2011

Crece robo de tapas de metal en Santiago

Por Miguel Ponce

SANTIAGO. El robo de tapas del registro sanitario, parrillas de los imbornales y de medidores de agua, para venderlos a los metaleros, se ha convertido en un dolor de cabeza para la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) y la alcaldía municipal.

En menos de tres años, las estimaciones dan cuenta de que superan las mil tapas las sustraídas por delincuentes.

En urbanizaciones como Jardines del Sur y Jardines de Canabacoa, la práctica de robo de tapas es frecuente. Solo en Jardines del Sur, proyecto en proceso de construcción de la empresa Mera, Muñoz y Fondeur, los ladrones han cargado con 30 tapas de hierro, cada una valorada en 5,800 pesos.


José Fermín Alvino, encargado de la vigilancia, narró a El Caribe que decidieron, además de soldarlas, colocar cemento a las tapas para que no pudieran arrancarlas. “Aquí no vale que coloquemos nada, los maleantes no respetan ni que las soldemos”, dice Alvino.

Las nuevas avenidas inauguradas por el Gobierno, en los tramos comprendidos entre Santiago y Tamboril y Santiago-Licey al Medio, hasta el kilómetro cinco, así como en la avenida Hispanoamericana, son de los puntos más afectados.

La comunidad de Tamboril, según expresa Víctor Rodríguez, decidió colocar una rama verde en uno de los hoyos, como forma de alertar a los conductores, debido a los constantes accidentes de motores registrados en la zona.

“Esa es una práctica común en la mayoría de calles, todos saben que casi siempre los que cometen esas acciones son los drogadictos, pero no se hace nada, y mucho menos con los que compran los hierros”, expresa Rodríguez. Otros sectores donde se han registrado robos de tapas son Los Pepines, Cristo Rey, Los Jazmines, Cienfuegos, Los Ciruelitos, La Yagüita de Pastor, Los Jardines y los ensanches Libertad, Bermúdez y Camboya. También la calle de Tigaiga, en Gurabo.

A su llegada a la alcaldía de Santiago, Gilberto Serulle se quejó por la cantidad de parrillas de imbornales sustraídos.

Sin embargo, la mayor queja surge de los motoconchistas, por el riesgo de accidentes, los que no solo les dejan pérdidas ecónomicas, sino también podrían costarle la vida.

A principios del pasado año, el entonces director de Obras Públicas Municipales, Martín Durán, reveló que los ladrones se robaron 12 parrillas de los imbornales construidos para colocarlos en la avenida Circunvalación.

Para controlar esos robos, los ingenieros han tenido que modificar la estructura de las referidas tapas.

También las tarjas que eran colocadas en las inauguraciones tuvieron que ser cambiadas. Antes eran de bronce y ahora son de piedra.




Las tapas plásticas


En 2009, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) logró cambiar una gran parte de las tapas de metales por plásticas. Desde entonces, ni Coraasan ni el cabildo de Santiago han retomado la iniciativa, que, además, reduce los costos. Con el cambio de 900 tapas, la entidad pretendía disminuir los robos, sin embargo, una gran parte ha sido destruida.

Residentes en urbanizaciones del municipio de Santiago consideran que, tanto la Justicia, como la Policía, deben ser más drásticos con los ladrones de metales.