Pablo Scarpellini | Los Ángeles
En palabras de su abogado, Dennis Rodman está "arruinado" y "extremadamente enfermo", acabado después de una brillante carrera como profesional de la NBA. Atrás han quedado sus años de gloria con los Chicago Bulls, donde se unió a Michel Jordan y a Scottie Pippen para llevarse tres de los cinco anillos de campeón que tiene en su palmarés. Ahora sus problemas pasan por la manutención de sus hijos y su ex mujer, a la que le debe tanto dinero que podría ir a prisión si no hace frente a la deuda.
La amenaza son 20 días de cárcel por una factura que el pasado 1 de marzo ascendía a 808.935 dólares en concepto de mantenimiento de sus hijos de 9 y 10 años fruto del matrimonio con su tercera mujer, Michelle Rodman. Además, le debe otros 51.441 dólares a su ex esposa, según documentos presentados en una corte de justicia del condado de Orange, en California.
El representante legal de Rodman, Linnea Willis, pretende probar que su cliente no puede hacer frente ni a sus propios gastos mensuales, por lo que considera imposible cumplir con los 5.000 dólares mensuales que debe abonar cada 30 días por un tercer hijo de otro matrimonio, y por los 4.500 dólares de manutención para su mujer.
La extrema enfermedad a la que se refiere el abogado en los documentos presentados ante el juez se derivan de la adicción al alcohol que durante años ha padecido el ex jugador de la NBA. Con ese problema a cuestas y los 50 años recién cumplidos, su tirón fuera de las canchas de baloncesto ha bajado considerablemente.
Su estilo de vida errático, con pasos varios por centros de rehabilitación y fiestas continuas, le han llevado a la situación en la que se encuentra, arruinado y sin visos de encontrar una salida. Sus problemas con la Justicia, vista su situación financiera, no han hecho más que empezar.