viernes, 22 de febrero de 2013

De grandes engaños

Por Ramón Colombo

 Inducir a Danilo Medina a concebir el absurdo de que el desarrollo de Pedernales se haga en base a la connivencia con los estafadores que se alzaron con millones de metros cuadrados de terrenos estatales con vocación turística, bajo el falaz argumento de que la litis por esas tierras duraría 50 años, es un engaño tan grave como el que hicieron aquellos que indujeron a Antonio Guzmán a proclamar, alborozado, una falsedad (“¡Tenemos petróleo en Charco Largo!”), cuando en realidad los autores del engaño negociaban concesiones en favor de grandes petroleras.