El procurador general, Francisco Domínguez Brito, De igual modo, descartó que la persecución de la prostitución afecte la afluencia de extranjeros, tras señalar que el turismo que desea y necesita el país, "no es el de la prostitución ni de sexo, sino de cultura, de respecto a nuestras gentes, a nuestras niñas, mujeres y de hospitalidad".
Considera que la sociedad no debe quedarse indiferente frente a esta realidad, porque a su juicio se trata de algo muy serio y no de un juego porque es una situación que vulnera la dignidad del ser humano y de la mujer dominicana de manera particular.