Antonio Guzmán (que en merecida paz descansa) fue un perredeísta muy apasionado. Pero al asumir al poder dijo “mi gobielno es de todos los dominicanos”. Una cosa era el partido allá afuera (sin dejar de ser buen perredeísta), y otra cosa sus responsabilidades de Estado. Nunca confundió una cosa con otra (a pesar de las rabietas y reclamos del liderazgo histórico). ¡Qué bueno sería que ante la extemporánea soberbia electoralista de Leonel Fernández, Danilo Medina emule a aquel hombre, antes de que éste lo amarre de pies y manos y le impida gobernar a su mejor entender!
Por Ramón Colombo