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Es correcto decir que los Dodgers de Los Angeles ahora nadan contra la corriente en su serie de 7-4 frente a los Cardenales de San Luis. Perder los dos primeros partidos toma una dimensión mayor cuando usted calibra el hecho de que los Dodgers utilizaron sus dos principales lanzadores de rotación, Zack Greinke y Clayton Kershaw.
Naturalmente que ninguno de los dos tuvo incidencia negativa en los resultados, lo decisivo estuvo en el pitcheo cerrado que ejercieron los Cardenales, ganando el primer juego 3-2 en 13 innings, y el segundo por blanqueada de 1-0. Incluso, en el primer choque tuvieron un relevo extraordinario que hizo seis ceros en línea, lo cual no es usual.
San Luis, de su lado, utilizó dos pitchers jóvenes que no son de primera línea, Joe Kelly y Michael Wacha, y será hoy, en el tercer choque, cuando envíen al montículo a su principal hombre, Adam Wainwright. Y para empeorar las cosas, los Dodgers enfrentan la dificultad de Hanley Ramírez con problemas de salud en las costillas (¿fruto del pelotazo que le dieron en el primer juego?), y Yasier Puig manifiesta una evidente presión, bateando de 10-0 con 6 ponches en los dos primeros encuentros.
Todo pinta a favor de San Luis, pero si Los Angeles quiere virar eso deben de ganar esta noche, el tercer choque, cuando tendrán al coreano Hyun Jim Ryu en la lomita.
