MIAMI.- Estados Unidos aún está tras las huellas de los tristemente célebres hermanos Benítez, tres mafiosos que al programa de seguro médico que financian los contribuyentes (Medicare), en Miami.
Los hermanos -Carlos, Luis y José Benítez- huyeron de Miami después de ser encausados en mayo de 2008. Los hermanos tuvieron suerte porque huyeron mientras los encausamientos estaban sellados. Usaron pasaportes cubanos para viajar de Miami a República Dominicana, y de ahí a Cuba.
Los Benítez, que llegaron a Estados Unidos en 1995 y se nacionalizaron cinco años después, han encontrado refugio en Cuba, según fuentes familiarizadas con su situación.
El FBI no puede perseguirlos a ellos, ni a otros fugitivos de la justicia estadounidense en la isla porque Estados Unidos no tiene relaciones normales con ese país.
Los tres fueron acusados de estafar al Medicare 119 millones de dólares en declaraciones fraudulentas emitidas por 11 clínicas de tratamiento contra el VIH en el Condado Miami-Dade.
Los hermanos se las arreglaron contratando a médicos poco éticos con autorización del Medicare, que a su vez pagaban a inmigrantes cubanos para que se inscribieran como dueños de las clínicas y pagaban 150 dólares por visita a una red de hombres y mujeres de Miami-Dade portadores del virus del sida que eran pacientes del Medicare. Unos 20 acusados, entre ellos Carmen González y su padre, cayeron en la investigación.
Durante el último decenio, el tratamiento contra el VIH mediante sueros se convirtió en la mayor estafa al Medicare en toda su historia. El Departamento de Salud y Servicios Humanos, conocido por su práctica de pagar los tratamientos con poca verificación, reembolsó miles de millones de dólares en declaraciones fraudulentas por tratamientos obsoletos que en su mayoría ni siquiera se administraron a los pacientes.
La estafa llegó al punto que las clínicas con licencia del Medicare en el sur de la Florida facturaban más por esta terapia obsoleta que el resto del país en su conjunto.
Para los hermanos Benítez, la estafa fue un tesoro: el Medicare pagó a sus clínicas 84 millones de dólares entre 2001 y 2004, según el encausamiento.
Pero los hermanos han perdido la mayoría de las propiedades que adquirieron en República Dominicana antes de ser prófugos del gobierno federal. Las autoridades estadounidenses han trabajado con el gobierno dominicano para confiscar la gran cantidad de activos que tienen los Benítez en la zona turística de Bávaro, como un parque temático de los Piratas del Caribe.
Otros activos son hoteles de turismo, un helicóptero Robinson R44 Raven, complejos de apartamentos, residencias de lujo, supermercados y una agencia de alquiler de autos, todos inscritos bajo compañías pantalla o testaferros.
En 2011 las autoridades dominicanas y el gobierno estadounidense anunciaron un acuerdo para compartir las propiedades confiscadas a los Benítez y cuentas bancarias intervenidas, por un total calculado en 37,5 millones de dólares. Hasta el momento el gobierno federal ha recuperado 14 millones de dólares.
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