sábado, 15 de febrero de 2014

Manga por hombro

Está claro que la enclenque política exterior dominicana está en manos de un conspirador encapuchado que opera desde la clandestinidad. Evidentemente no la dirige el Presidente de la República ni la hace cumplir ni supervisa Relaciones Exteriores, pues cualquier “embajador” (valen sobradamente las comillas en muchos casos) hace y dice públicamente lo que le da la gana, sin ningún rubor, sin respetar las normas diplomáticas más elementales y sin consultar al Jefe del Estado (a quien seguramente le crean serios problemas). Y lo peor es que éste no les llama la atención ni los manda pa´l carajo. 

 POR RAMON COLOMBO