Los dominicanos que viven en zonas urbanas están cambiando sus hábitos alimenticios tradicionales a un punto tal que han reducido el consumo de granos de leguminosas, como la habichuela, en un 60%.
El dato lo revela la doctora Graciela Godoy de Lutz, investigadora del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) y experta en leguminosas comestiblesm, quien destaca lo negativo que es la práctica para los consumidores.
La doctora Godoy lamenta que debido al desconocimiento de los beneficios a la salud de este alimento, las personas que más necesitan alimentos nutraceúticos sean los que más lo rechacen, especialmente las habichuelas rojas, que contienen una mayor cantidad de antocianinas que le dan el color rojo y son antioxidantes muy potentes que protegen contra el estrés oxidativo de las células, señala una nota de prensa.
De acuerdo a estadísticas del Ministerio de Agricultura, el consumo de leguminosas ha fluctuado entre 6 a 11 libras per capita en los últimos tres años, esta cantidad está por debajo de las recomendaciones nutricionales. En países de Centro y Sur América el consumo es de 30 a 45 libras per capita de acuerdo a estadísticas de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).