La tormenta de este fin de semana en California, además de apagones, inundaciones y deslizamientos, agitó el Océano Pacífico y asustó a más de un residente de las zonas costeras.
Un ejemplo de esto fue una ola gigantesca que quebró los vidrios de las ventanas en un restaurante de Santa Barbara, California, concluyendo intempestivamente el desayuno de los comensales.
“El comedor se llenó del sonido de vidrios quebrándose y gente gritando, mientras una ola de agua inundaba la alfombra del lugar”, dijo Forrest Buchanan, uno de los clientes del restaurante Moby Dick el sábado por la mañana, reportó NBC LA.