martes, 19 de agosto de 2014

Una vez, esto fue una piscina

Yoel Adames F
listindiario

 La Vega La piscina era una de las piezas más veneradas del mapa del complejo deportivo, pero de repente desapareció y se extrapoló al olvido de las autoridades, borrándose parte de la historia dorada de la “Ciudad culta y olímpica de La Vega”.

 El parque deportivo que albergó finalmente en 1990 los IX Juegos Nacionales, es pequeño, y aunque muchas de sus instalaciones han sido también golpeadas por el abandono y la “irresponsabilidad administrativa de quienes deben mantenerlas abiertas al servicio de la juventud”, la gran ausente es la piscina semiolímpica que conjuntamente con la de Santo Domingo, arrojaron las grandes figuras de la natación dominicana.

 “Siento un gran dolor por esta situación, nunca quiero hablar mal de nuestra nacionalidad ni usarla para exaltar los malos ejemplos, pero solo en este país pueden ocurrir cosas iguales porque en definitiva hay un objetivo especial, muy marcado, para que la piscina de La Vega no exista”, habla el entrenador de natación Manuel Jiménez. .

 “Como todo lo antiguo, solo necesitaba una remodelación sencilla, pero la vaciaron para que agrietara y la dejaron abandonada, así se iría dañando... Ahora han venido la gente de Obras Públicas, del Ministerio de Deportes y muchísimas comisiones, todos dicen que es rescatable, pero ninguno hace algo a favor, quitan algunas malezas históricas que le rodea fruto de la apatía a que la tienen sometida”, detalla Jiménez.

 El “profesor”, Jiménez, revela que la piscina es una obra de gran valor y que durante 30 años salieron de esa instalación grandes atletas a representar el país, pero hoy se ha convertido en el “Olimpo de los macos” en un oasis de aguas multicolores y malolientas.

 La Vega llora su piscina

 “La piscina es el ejemplo de una caverna remota, de un culto a la incapacidad de las autoridades, la gente queda en suspenso desde que ve esto... pero también las demás instalaciones andan en condiciones similares y si el movimiento deportivo de aquí no se levanta a exigir su derecho al deporte y a la salud de su juventud, nos dejarán en la calle.

 “Me da mucha vergüenza que sobre este tema el ministro de Deportes, el doctor, siquiatra, agrónomo, Jaime David Fernández Mirabal, diga que los veganos no pueden tener una piscina, que se vayan al mar a practicar, que esta isla está rodeada de agua y si alguien da la talla, entonces que lo lleven al complejo de Santo Domingo, creo que nos irrespeta.

 “Jamás imaginé que oiría algo igual, pero esta es la posición oficial, este señor le ha lavado la cara con pintura a nuestras instalaciones, pero entre a ellas y verá que están deterioradas...El cree que sigue en Foresta todavía, eso es tala y siembra, mocha y planta otra matita y el deporte hundiéndose ante los ojos de todos; yo espero que alguien, un poco mas arriba, que le duela la juventud y el deporte tome una posición mas responsable y respetuosa para los deportistas dominicanos”, explica el entrenador Manuel Jiménez.