miércoles, 3 de diciembre de 2014

EDITORIAL: Poppy Bermúdez


La muerte del empresario José Armando Bermúdez ha causado gran consternación en la sociedad dominicana, a la que hizo, durante décadas, grandes contribuciones en aspectos vitales de la economía y del desarrollo nacional por su visión y carácter emprendedor. 

 Este sentimiento, que comenzó a manifestarse en diferentes ámbitos tan pronto se conoció su fallecimiento, es una muestra del cariño que se granjeó en diferentes círculos sociales, especialmente por su temperamento afable y cariñoso.

 Este reconocimiento se extiende además al mundo de las comunicaciones y del periodismo independiente por su defensa de la libertad de expresión a través de Color Visión, primera televisora a colores del país que él fundara y que ha sido una fuente propicia y permanente para el libre juego de las ideas.

 Siendo un hombre destacado por su origen familiar y las importantes posiciones que desempeñó a lo largo de su exitosa carrera corporativa, nunca hizo ostentación en su trato personal, que siempre fue caballero, natural y sencillo con todos aquellos que le conocieron.

 Por su probada sensibilidad social, vocación solidaria y promotor de causas de interés general, fue un incansable impulsor de actividades provechosas, que realizaba de forma admirable, independientemente de sus tareas propiamente empresariales.

 Imbuido de esa mística promovió siempre la creación de fuentes de trabajo y la educación, así como la defensa de la ecología y el medio ambiente, mediante su apoyo decidido al plan Sierra, que ha permitido reforestar amplias extensiones de terreno.

 Gracias a su inclinación a favor de proyectos que se perfilaban beneficiosos para el país y el futuro general de los ciudadanos, sus aportes fueron determinantes en el fortalecimiento alcanzado por la Asociación para el Desarrollo del Instituto Superior de Agricultura y la Corporación de Zona Franca Industrial de Santiago.

 Su hoja de vida y de servicio al país fue amplia y de gran provecho desde la firma J. Armando Bermúdez, la Cervecería Vegana, el Banco Popular, el Grupo Popular, el Aeropuerto del Cibao, Telemedios Dominicana (canal 25) y Aerolíneas Dominicanas S.A.

 Por su constante empuje a esas actividades recibió innumerables reconocimientos como propulsor de la radiodifusión dominicana, pionero de la aviación privada y exaltación al salón de la fama del deporte de Santiago por su respaldo a la juventud.

 Sus empleados y trabajadores lo recuerdan con gran aprecio y valoración, no como un jefe, sino como el compañero que fue siempre de ellos, un trato que nunca cambió, porque así era de auténtico y sincero su temperamento de ser humano amante de las bellas artes y del deporte.

 El país ha perdido a un dominicano que preservó su sensibilidad social, ya que fue un ejemplo de trayectoria empresarial emprendida y sostenida con esfuerzo y perseverancia, con una clara visión de país y de compromiso en el afianzamiento de las instituciones nacionales.

 Paz a sus restos y las sentidas condolencias del Grupo SIN a su esposa Elba Aurora Madera de Bermúdez y a sus hijos Domingo Octavio Bermúdez Madera, presidente de Color Visión; José Armando Bermúdez Madera, Julia Aurora Bermúdez de Reid, Elba Josefina Bermúdez de Bobadilla y Ana Estela Bermúdez de Lama.