miércoles, 10 de diciembre de 2014

Fe en el futuro

Por Ramón Colombo

 Ayer, en el parque Independencia de luces encendidas, donde empiezan todas las distancias hacia el futuro (el parque de los Trinitarios, de Manolo, de Caamaño y de tantas jornadas colectivas de puños levantados), me imbuí nuevamente de esperanza, orgullosamente juvenil, de un futuro en que acabaremos la espesa oscuridad (¡quién nos lo iba a decir cincuenta años atrás!) de una gran comarca medieval con engañoso ropaje de postmodernidad, dominada en su ominoso atraso por una corte obispal soberbia de poder y un puñado de politicastros medrosos y corruptos: la República Derrotada que ninguno soñamos.