hectorj.cruz@listin diario.com
La noche del martes estuve en el estadio Cibao y pude comprobar los destrozos causados por el imprevisto y nefasto incendio del 19 de noviembre. Todo ocurrió en la zona central afectando las cabinas de transmisión, dos salones de palcos de prensa, un salón de conferencias, dos áreas de VIP, parte del techo, varios cientos de butacas ubicadas en el área y mucho más. Decenas de muebles se quemaron, incluso trofeos y equipos electrónicos se quemaron por completo.
Las bocinas internas no funcionan a cabalidad, no han podido prender la pizarra principal que ofrece estadísticas y nombres de jugadores y el desastre es mayor de lo que usted pudiera pensar.
Tratándose de un estadio del Estado hace rato que urge que el Gobierno, vía el Ministerio de Obras Públicas, le meta manos al asunto.
Es posible que, como ya el año finaliza, los recursos consignados en el presupuesto se hayan agotado, y que lo disponible ahora esté destinado al pago de regalía-doble sueldo, y que no haya más dinero para estos imprevistos.
Pero urge que Obras Públicas ordene la realización de los trabajos,no importa a cuál empresa, y aunque sea cogiendo fiao con miras al presupuesto 2015.
Es que este club, Águilas Cibaeñas, es parte primordial de la pelota dominicana, como lo son también los restantes 5 clubes. Es que la pelota profesional es el evento premium y mejor organizado en el calendario deportivo del país y se merece siempre una atención de primera.
Algunos reclaman que los equipos enfrenten estos gastos, en este caso las Águilas, pero eso no es correcto. El beisbol profesional es una recreación y una actividad emblemática del país, y como tal no es criticable que el Estado le ofrezca cualquier tipo de facilidad.
Y recuerden que siempre he estado de acuerdo en que el Gobierno cobre a los equipos todo lo que debe cobrar a nivel de impuestos, incluso la energía y los pagos de impuestos por salarios y por rendimiento de esas compañías. Si no lo hacen es harina de otro costal.
Y me da la impresión de que Obras Públicas y su Ministro Gonzálo Castillo no han hecho conciencia sobre la necesidad de arreglar de inmediato el parque Cibao, porque sencillamente “no está en eso”.. Parece que pretenden dejar las cosas así, jugar al tiempo, y arreglar el parque cuando falten dos meses para el torneo 2015-16.
El presidente Danilo Medina debería entender esa necesidad, que es sencilla y económica porque la inversión es de cheles. Faltaría que el propio Gonzalo se lo dijera, o tal vez el Ministro de Deportes, Jaime David, pero este último, Fernández Mirabal, tampoco se ha interesado por eso pues ni siquiera se ha acercado por el estadio a ver la magnitud de los daños...Y eso, que el hombre de Ojo de Agua es aguilucho.