SANTIAGO.-La ciudad de Santiago entró al año 2015, con un deterioro preocupante de las calles y avenidas y una muy pobre política de acciones de señales y orden del tránsito en el casco urbano y también las afuera del municipio.
Sin lugar a dudas, que Santiago luce desordenado y abandonado y una arrabalización que raya en el descuido por la falta de una visión de desarrollo que mantenga el centro urbano cuidado y atendido.
Calles y avenidas destruidas es la primera impresión de quien llega a la ciudad, falta de señales de tránsito que oriente y pocas áreas de esparcimiento social y familiar.
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