SANTO DOMINGO. Cuando Águilas (1997), Estrellas (2004) y Gigantes (2013) afrontaron crisis de oficinas que pusieron en peligro su accionar en la liga, Leonardo Matos Berrido adoptó decisiones salomónicas para apagar esos fuegos.
En lo adelante, el presidente de la Liga de Béisbol Dominicana (Lidom) necesitará del apoyo de la mayoría de los equipos para tomar una decisión de ese nivel.
Si bien en el lenguaje diplomático no lo expresan con esas palabras, el músculo de los equipos se impuso ayer sobre Matos en la reunión de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom), que aprobó los nuevos estatutos, aunque el sexagenario dirigente directivo sorteó los inconvenientes para ser reelecto por ocasión 13 en la presidencia del organismo, esta vez para el período 2015-2017.
Matos atribuyó el “tranque” a que con el “grosor de los estatutos nos es fácil ponerse de acuerdo sobre cada palabritas en 30 páginas”.
Los equipos, con Licey y Escogido a la cabeza, impusieron la implementación en los estatutos de la Asamblea de Asociaciones, organismo máximo de ejecución que tendrá la última palabra para la incautación de franquicias. Ahora se necesitará el voto de cuatro de los seis miembros para la toma de decisiones de ese tipo. “La liga ha sido fortalecida. En cualquier proceso donde va a haber un cambio queremos que todo el mundo esté de acuerdo, que se puedan discutir las cosas a fondo, ha sido un asunto de que nos hemos tardado un poco más de la cuenta en que cada cual dé su opinión y podamos llegar a un consenso y que no necesariamente imponer una mayoría”, dijo Miguel Guerra, presidente del Licey.
“Todos los dueños de la liga tienen que incidir”, agregó Guerra, quien consideró que “uno piensa en el relevo generacional que debe haber en todas las instituciones, pero es algo que debemos darle el respeto de que él tome su decisión”, sobre la continuidad de Matos, que extenderá su estadía en la liga a 26 años.
José Miguel Bonetti, vicepresidente de los Leones, definió el proceso como el más complejo que han afrontado los equipos con la liga por la necesidad de recurrir a abogados para defender posiciones.
“Todo está encaminado hacia donde debería estar. Era en base a arreglarlo, y que haya un procedimiento más normal. En el momento que haya una franquicia en falla, el presidente, con el aval de cuatro de los equipos podrá tomar las medidas que haya que tomar, es una decisión coherente”, dijo Bonetti.
“Los equipos eran de personas (cuando se establecieron los anteriores reglamentos en 1992), hoy en día la mayoría son corporaciones. Pasar de lo que era un negocio de un grupo de amigos a uno que es controlado por corporaciones ha sido tortuoso”.
El resto de la directiva será definida en la reunión que tendrá lugar el 14 de julio. Ayer también se aprobó la creación de un vicepresidente de relaciones internacionales, y se discutió la posibilidad de invitar a Cuba a la próxima Serie del Caribe, además de si el torneo regional se jugará con cinco o seis equipos.
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