El autocorrector es esa herramienta del demonio que siempre se activa en el momento más inoportuno y sustituye la palabra más inocente por otra que cambia completamente el sentido de la frase, generalmente a peor. A nosotros nos ocurre continuamente. Por eso siempre es una buena noticia que alguien trabaje en una solución para ello. Evidentemente una solución que no sea desactivar el autocorrector que siempre es la opción más radical.
Una patente registrada por Apple describe una metodología que es tan sencilla como subrayar en azul aquellas palabras que han sido cambiadas por el autocorrector. De esta forma se vería de forma rápida -y antes de enviar el mensaje- cuales han sido los cambios realizados por el autocorrector. Una sencilla alerta que permitiría detectar los cambios embarazosos
Por Juan Castromil (@castromil