El hombre de 27 años, que no ha sido identificado por las autoridades, hizo estallar una mochila con explosivos y fragmentos afilados de metal a manera de metralla, poco después de las 10 de la noche, fuera de un bar, después de que no se le permitiera entrar en el recinto de conciertos en la localidad de Ansbach porque no tenía boleto.
Un funcionario de seguridad de Baviera dijo que el atacante había recibido asilo en Bulgaria. Precisó que la policía allanó la casa del atacante y que encontraron videos violentos y material para hacer bombas.
Es probable que se hubieran producido más víctimas si el hombre hubiera podido acceder a la zona de conciertos, afirmó el subjefe de policía en la cercana Nuremberg, Roman Fertinger.
Tres de los 15 heridos sufrieron heridas graves en la explosión.
“Mi opinión personal es que por desgracia creo que es muy probable que éste fuera un ataque suicida islamista”, dijo el ministro bávaro del Interior, Joachim Herrmann, a la agencia alemana de noticias dpa.
La solicitud de asilo del sospechoso se rechazó hace un año, pero se le permitió quedarse en Alemania debido a la guerra en Siria.
El hombre, que no fue identificado, había recibido atención psiquiátrica varias veces, dijo Herrmann, incluido tratamiento tras haber intentado suicidarse.
La policía dijo que también se le había fichado por posesión de drogas.
Las autoridades registraron por la mañana un refugio en los alrededores de Ansbach.
Un residente del centro dijo que en ocasiones había bebido café y hablado sobre religión con el agresor. Alireza Khodadadi dijo a Associated Press que el hombre, al que identificó como Mohammed, le había dicho que el grupo extremista Estado Islámico no representaba al islam.
“Siempre decía, ‘no, no estoy con ellos, no me gustan’, y cosas así, pero creo que tenía algunos problemas porque mentía muy a menudo sin ningún motivo, y entiendo que quería ser el centro de atención, lo necesitaba”, dijo Khodadadi.
Un equipo de 30 investigadores entrevistó a los conocidos del hombre y analizaba las pruebas reunidas en el lugar donde vivía.
Cuando se le preguntó si el agresor podría tener lazos con el grupo Estado Islámico, Herrmann dijo que no podía descartarse, pero que por el momento no había indicios concretos de ello.
@diariolibre