El suceso ocurrió afuera de la mansión del diseñador, ubicada en el centro de South Beach, justo cuando el italiano de 51 años regresaba de comprar un par de revistas.
El cadáver fue descubierto por el chef de la casa, Charles Podesta y por la pareja de Gianni, Antonio D'amico.
Cuando el mundo supo la trágica noticia, cientos de fanáticos se reunieron afuera de la mansión para rendirle homenaje al diseñador con flores, velas, imágenes y hasta globos.
Al día siguiente se realizó un funeral judío para que más tarde, el 17 de julio, se incinerara el cuerpo de Gianni. Sus restos se encuentran en una finca familiar en Milán.
Su familia, en este caso, sus hermanos Donatella y Santo, así como sus sobrinos Allegra y Daniel, también estuvieron presentes, pero hay quienes aseguran, por pura obligación.
La historia cuenta que Gianni estaba peleado con sus hermanos, de hecho, tenía una gran rivalidad con Donatella, quien también trabajaba en la casa de moda.
De acuerdo con los presentes en la misa, Allegra fue la única persona de la dinastía Versace que realmente lloró la muerte de su tío.
Cuando se dio a conocer el testamento del italiano se supo que le había dejado el 50% de la compañía a su sobrina, quien tomaría posesión de esa parte, una vez que cumpliera la mayoría de edad (18 años). El resto iba para sus hermanos Santo y Donatella, a quienes no menciona con sus nombres.
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