En la mayoría de esos casos, las manifestaciones estuvieron respaldadas por las autoridades locales, que se oponen frontalmente al veto temporal a la entrada de refugiados y de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana decretado por la Casa Blanca.
Si el viernes y el sábado las protestas se concentraron en los aeropuertos, este domingo muchos estadounidenses se lanzaron a las calles para exigir la retirada de las medidas.
En Nueva York, más de 10.000 personas, según datos de la alcaldía, se dieron cita en Battery Park, un lugar en el que se recibió a los inmigrantes que llegaban a la ciudad durante buena parte del siglo XIX y desde donde salen los barcos a la Estatua de la Libertad y a la isla de Ellis, el gran símbolo de la inmigración en el país.
El alcalde, Bill de Blasio, participó en el acto y criticó muy duramente la nueva política de inmigración, alertando de los peligros que acarrea y de la injusticia que supone.
También intervinieron otros destacados líderes demócratas como el senador Chuck Schumer, mientras que el gobernador del estado, Andrew Cuomo, anunció en una conferencia de prensa que Nueva York dará asistencia legal a las personas retenidas a su llegada a los aeropuertos.
La manifestación en Manhattan fue convocada por varias organizaciones de derechos civiles y de defensa de los inmigrantes, que también llamaron a protestar en otras grandes urbes del país, donde el apoyo a Trump es muy limitado.
En Washington, una gran multitud se congregó ante la Casa Blanca para protestar contra las medidas del presidente y exigir que se permita la entrada en el país a refugiados e inmigrantes, una concentración que luego se transformó en una marcha rumbo al Capitolio.
En Boston una enorme multitud, con miles de manifestantes, abarrotó una conocida plaza en respuesta a una convocatoria liderada por el Consejo para las Relaciones Islámico-Estadounidenses.
“¿Puedes oirnos Washington? En Boston nos levantamos con fuerza para apoyar y proteger a TODA nuestra gente”, dijo a través de Twitter el alcalde de la ciudad, Marty Walsh.
Las movilizaciones continuaban también en muchos aeropuertos, como el de Dulles en Washington y el de Los Ángeles, donde centenares de personas se dieron cita coreando consignas como “El amor, no el odio, es lo que hace grande a Estados Unidos” y portando pancartas como “No al veto. No al muro”.
Además, había protestas hoy en muchos otros aeropuertos de todo el país, incluidos los de San Francisco, Miami, Filadelfia, Detroit, Atlanta o Minneapolis-St. Paul.
A las críticas de multitud de organizaciones y dirigentes políticos contra Trump, hoy se sumó un comunicado de condena por parte de los fiscales generales de 16 estados, incluidos California y Nueva York.
“Como los máximos responsables legales de más de 130 millones de estadounidenses y residentes extranjeros en nuestros estados, condenamos la orden ejecutiva inconstitucional, antiestadounidense e ilegal del presidente Trump”, señalaron en un mensaje conjunto.
Los fiscales prometieron trabajar juntos para asegurar que el gobierno federal respete la Constitución, la historia del país como una nación de inmigrantes y para evitar que se persigue a gente por su origen o fe.
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