martes, 31 de enero de 2017

Punta Catalina será criticada hasta que sea terminada

Por: Esteban Delgado

 Siempre que los gobernantes inician la construcción de una obra importante reciben opiniones favorables, pero también una gran cantidad de cuestionamientos y críticas que generalmente provienen de sectores que ven competencia directa o indirecta en la iniciativa estatal. 

Mi madre está coqueteando los 76 años y gracias a Dios se mantiene en buena salud física y mental. Ella me cuenta que cuando el entonces presidente Joaquín Balaguer inició la construcción de la avenida 27 de Febrero recibió las más severas y activas críticas provenientes, principalmente, de dirigentes del entonces opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), algunos de los cuales hoy militan en el opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM). 

Balaguer decidió poner oídos sordos a las críticas y se concentró en terminar la obra que hoy es, nada más y nada menos, la principal vía de tránsito terrestre de República Dominicana. 

Pero en años más recientes algunos recordarán que en las gestiones del PRD encabezadas por Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco se construyeron las plantas de generación de carbón mineral Itabo I y II, cada una con capacidad de 120 megavatios. Resulta que hoy, más de 30 años después, las Itabo I y II producen los mismos 240 megavatios, con lo que se evidencia la importancia y efectividad de aquella obra energética. 

No olvidemos cuando el presidente Leonel Fernández sorprendió al país en agosto de 2004 con el anuncio de la construcción de la primera línea del Metro de Santo Domingo, sin licitación, sin previo aviso, sin consenso de la sociedad, sólo con una fuerte inyección de “voluntad política”. 



Eso bastó para que el ingeniero Diandino Peña se concentrara en la construcción de una megaobra que recibió la más amplia y constante avalancha de críticas y cuestionamientos adversos. 

Pero Diandino Peña decidió concentrarse en la única acción que podría desmontar todos los cuestionamientos: la terminación de la obra. 


Una vez concluida, la gente comenzó a usarla y en la actualidad el Metro SD no solo es una alternativa de transporte eficiente y de bajo costo, sino que además su costo fue menor al de obras similares construidas en otros países. 

El aprovechamiento del tiempo en el trabajo de construcción y terminación, sin las distracciones de las críticas de sectores interesados, desmontó los argumentos en contra de la obra sobre la que ahora el pueblo pide con ansias que se concluya y amplíe la segunda línea. 

Esas experiencias las debe copiar el Gobierno en la persona del vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara, quien tiene sobre sus hombros la responsabilidad de terminar la más importante obra de generación energética del país: la Central Termoeléctrica Punta Catalina. Las críticas a la obra no cesan, especialmente de parte de dos dirigentes del opositor PRM, quienes están haciendo su labor de oposición con presencia constante en medios de comunicación para decir todo lo que se les ocurre sobre Punta Catalina. 

Que si falta transparencia, que si está sobrevaluada, que si tiene sobre costos, que si la licitación no fue transparente y muchas cosas más. Pero eso es lo que ellos entienden que deben hacer como representantes de la oposición política y no van a cambiar de opinión por más respuestas correctas que reciban desde la CDEEE. 

Para desmontar todos esos cuestionamientos no se puede apelar a las respuestas a cada crítica, pues el Gobierno se desgastaría y no podría avanzar en los casi dos años que aún faltan de ardua labor en la construcción de la central de 720 megavatios. 

Lo único que desmontará las críticas y convencerá a la sociedad de que el Gobierno está en lo correcto es su concentración en la terminación y puesta en funcionamiento de la obra. 

Cuando esté terminada, produciendo y dando los beneficios de reducción de costos de generación, menos gastos en subsidio eléctrico y fin de los apagones, entonces se habrán desmontado todos los mitos de cuestionamientos negativos en contra de la obra. 

Jiménez Bichara no debe distraerse con lo que digan dos dirigentes de la oposición política y tiene que concentrarse en terminar y poner a operar la Central Termoeléctrica Punta Catalina.