El vocero escrito del Arzobispado santiaguero lamenta que esos hechos acontezcan en lugares “donde se forjan los ciudadanos que necesita la sociedad para transformarla y hacerla cada vez más civilizada”.
El editorial del próximo domingo, titulado “Violencia en la escuela”, Camino indica que “lo que estamos mirando es intolerancia, falta de respeto hacia los profesores y compañeros de aula, y otros tipos de conductas alejadas de las normas y valores que dan sentido a nuestra vida”.
“Cuando buscamos, revisando el historial familiar de los estudiantes que provocan estas situaciones conflictivas y llenas de terror en los centros educativos, encontramos que vienen de familias destruidas, en donde la violencia intrafamiliar es una cotidianidad que luego llevan esa carga de resentimiento y maldad hacia la escuela”, aduce.
Camino recomienda sumar a esa realidad “la falta de modelos a seguir que tienen nuestros jóvenes, quienes se encuentran con adultos que viven en una dicotomía entre lo que predican y lo que hacen”.
Y que esos adultos promueven una vida fácil, y rindiendo culto al tener. “Acumular bienes es la meta, no importan los medios y con estas actitudes estamos conduciendo a nuestros muchachos a una existencia sin rumbo y, como dice el refrán: el que siembra vientos, cosecha tempestades”, indica.
Camino dijo que “ahora se traslada a los recintos escolares, antes de que lleguemos a situaciones incontrolables, en donde jóvenes desorientados sean los que determinen cuándo debe haber paz y sosiego en la escuela”.
Por ello, considera que el Ministerio de Educación, con la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela como aliada, y la comunidad en general, tiene que buscar salidas rápidas a este fenómeno social, y crear el clima propicio para ejercer la docencia.
También propone el inicio de talleres de relaciones humanas y solución de conflictos “tendentes a ir disminuyendo la atmósfera de violencia que se está respirando en muchos centros educativos”.
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