“Somos una empresa que ha cambiado.. No se darán más sobornos”, afirmo el encargado de ese programa, el abogado estadounidense Michael Munro, en un desayuno de trabajo en Quito.
Tras un persistente mea culpa, el abogado se comprometió con una nueva política y comportamiento para “convencer” a todos y a los Gobiernos de la región de que la compañía ha cambiado y que a partir de ahora actuará “de la forma correcta”.
“La historia demuestra que las empresas pueden cambiar y convertirse en líderes en el esfuerzo global en contra del soborno”, afirmó tras pedir disculpas varias veces al pueblo y Gobierno ecuatorianos.
Munro, contratado especialmente para lavarle la cara a la empresa tras las graves acusaciones de corrupción por toda América Latina y EE.UU., reconoció que dentro de ese proceso de reconstrucción la firma esta dispuesta a “asumir las consecuencias” y pagar “reparaciones” con el fin de “obtener el perdón” por sus errores.
“Sabemos que lo que hicimos estuvo mal y estamos dispuestos a iniciar un nuevo camino”, insistió y dijo que la empresa “está dispuesta a pagar las consecuencias”.
En el desayuno de trabajo, Munro expuso el plan de diez puntos delineado en los últimos meses para corregir la extensa corrupción que afectaba a la compañía.
Ante una pregunta de Efe sobre la suma global de sobornos que pagó la empresa, y que ha sido calculada en torno a los 900 millones de dólares por distintos medios, negó conocerla y pidió esperar a los abogados y equipo de transparencia.
En cualquier caso, abundó que la empresa ha llegado a acuerdos con los distintos países “en los que tienen cuestiones” abiertas.