Después de no mencionar a la devastada isla durante días, el martes Trump respondió agresiva y repetidamente a las críticas por no dimensionar con presteza la magnitud de la destrucción causada por el huracán María ni darle al territorio estadounidense la máxima prioridad, como lo hizo en tormentas previas en Texas, Luisiana y Florida.
Trump anunció que visitará Puerto Rico e Islas Vírgenes Estadounidenses la próxima semana. Tuiteó sobre las necesidades de Puerto Rico. Habló sobre Puerto Rico durante una reunión sobre recortes fiscales. Tocó el tema en una conferencia junto al presidente de España en el Jardín de las Rosas.
Además, asistió a un informe sobre el paso del huracán. Convocó a una reunión de directores de dependencias que tienen la tarea de ayudar a la recuperación de Puerto Rico, y envió a altos funcionarios a hablar con la prensa en la entrada de la Casa Blanca.
El director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, Brock Long, dio detalles: 16 embarcaciones de la Marina y la Guardia Costera en aguas de Puerto Rico y 10 más en camino.
Durante todo el proceso, Trump resaltó que el gobernador de Puerto Rico elogió la respuesta federal, al describir a Ricardo Rosselló como “muy agradecido con el trabajo que estamos haciendo”.
Seis días después de que María azotó la isla, Puerto Rico sigue en una situación complicada. Prácticamente 3,4 millones de habitantes continúan sin suministro eléctrico y sufren por el desabasto de agua y alimentos. Los vuelos para salir de la isla son poco frecuentes y las comunicaciones son intermitentes, además de que los caminos están congestionados y llenos de escombros. Las autoridades señalan que podría tardar más de un mes en restaurarse por completo la energía eléctrica.
Trump, quien había propuesto visitar Puerto Rico a inicios de este mes, dijo que el martes sería la fecha más próxima en la que podría visitar el territorio sin interrumpir los esfuerzos de recuperación.
Su enfoque público en distintos asuntos durante los últimos días, en particular sobre los jugadores de NFL que se arrodillan durante el himno nacional, generó críticas de que dejaba a Puerto Rico en segundo plano después de dedicarle una importante atención pública a los daños que dejaron tormentas a su paso por Texas y Florida.
La representante demócrata Nydia Velazquez, de Nueva York, dijo le preocupa que los continuos tuits de Trump sobre los jugadores de NFL demuestren que el mandatario no comprende la severidad de la crisis. Advirtió que si no comienza a tomar el asunto con seriedad “esto será su Katrina”, refiriéndose a las críticas contra el presidente George W. Bush después de la lenta respuesta federal al huracán en 2005.
Y las críticas no solo fueron de demócratas.
“La crisis de estos estadounidenses merece más atención, y un mayor sentido de urgencia por parte del ejecutivo”, tuiteó el senador republicano Ben Sasse, de Nebraska. El senador republicano por Florida, Marco Rubio, coincidió al tuitear que San Juan “debe tener cuadrillas para restaurar la electricidad lo más pronto posible”.
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