NYC se encuentra entre las cuatro “ciudades santuario” al que las autoridades federales le dieron un ultimátum el 27 de octubre por entorpecer las iniciativas que buscan hacer cumplir las leyes de inmigración.
El Departamento de Justicia federal (DOJ) ha amenazado con recortar millones de dólares en fondos a estas ciudades si no desisten de proteger a indocumentados.
Específicamente, en NYC, el DOJ ha exigido a las autoridades que le notifique a agentes migratorios federales cuando vayan a liberar a un detenido.
Actualmente, las leyes locales establecen que las autoridades de la ciudad comparten información, únicamente, de quienes hayan resultado convictos de ciertos crímenes.
La postura del fiscal general Jeff Sessions para aumentar la cooperación entre los federales y los locales resulta para el alcalde de NYC Bill de Blasio y su equipo, una manera de interferir de manera anticonstitucional con el derecho de la Ciudad de ejercer control sobre sus oficiales y empleados, y anula la confidencialidad de las políticas públicas, según plantean en la misiva citada por medios locales.
@ELDIARIONY