El mexicano, quien es padre de dos varones y cuatro hembras, aseguró que su familia vive rodeada de ratones y que, a pesar de las constantes quejas, su casero no ha hecho nada para resolver el problema.
“Tenemos agujeros y grietas en todas las esquinas de las paredes y por allí entran los ratones. Son muy pequeñitos y están por todas partes”, dijo Serrano, quien también se quejó por la presencia de cucarachas en el interior de su vivienda.
El dueño del inmueble, ubicado en el 314 MacDougal Street, en East New York, Brooklyn, le ha prometido enviar a sus empleados para reparar las paredes rotas pero han pasado año y medio y todo se ha quedado en puras promesas. En ese mismo período -asegura Serrano- tampoco han ido a fumigar ni una sola vez.
“Yo pongo trampas todos los días y siempre caen como tres o más ratones. Es que son demasiados”, se quejó Serrano quien es originario de Puebla y quien tiene más de 17 años residiendo en la Gran Manzana.
Aunque aseguró que los roedores no les han causado problemas de salud, Serrano indicó que sus hijos tienen mucho miedo, especialmente después que uno de los ratones atacó al varón de cinco años.
“Cuando estaba durmiendo, a mi niño más pequeñito lo mordió uno y empezó a gritar y a llorar toda la noche”, relató el mexicano, quien indicó que debido a esto tiene más de un año y medio que no paga la renta y tuvo que llevar a su casero a la Corte ante la negativa de realizar reparaciones y fumigaciones en su departamento.
Rodeados de bichos
El caso de Serrano y su familia no es poco común en la ciudad de Nueva York. Más de la mitad de los latinos que residen en la Gran Manzana viven, literalmente hablando, rodeados de bichos.
Así se desprende de un reporte dado a conocer recientemente por el Departamento de Salud de Nueva York (DOHMH), según el cual, más del 51% de los adultos latinos reportó que tienen ratones o cucarachas en sus casas.
Y son los latinos de origen dominicano, mexicano y puertorriqueño los más afectados por estas plagas. Las cifras reportadas son tan altas que le pondrían los pelos de punta a cualquiera.
De acuerdo al reporte titulado “Salud de los Latinos en la Ciudad de Nueva York”, el 59% de los adultos dominicanos, el 50% de los mexicanos y el 45% de los puertorriqueños, reportó tener ratones y cucarachas en sus hogares. Para el resto de los latinos (centro y suramericanos), la cifra alcanzó el 53%.
Esto es un gran contraste cuando se compara con las cifras de los adultos no hispano, que reportaron un 31%, y con los neoyorquinos en general con sólo un 36%.
Desencadenantes de asma
Según indican las autoridades de Salud neoyorquinas en sus reportes, “se sabe que las cucarachas y los ratones son desencadenantes del asma” y esto afecta principalmente a los niños, la mayoría de ellos son hispanos.
Este es el caso de Samanta Bravo, una jovencita de origen mexicano quien fue diagnosticada con la enfermedad cuando tenía 7 años.
“Fue una sorpresa cuando nos enteramos porque pensábamos que era bronquitis o un problema respiratorio causado por el frío o el cambio de temperatura. Para nosotros como padres es demasiado estresante saber que ellos tienen asma.”, dijo Nora Bravo la mamá de Samanta.
“A los 10 años le dieron la pompa (inhalador) para el asma, porque nosotros no sabíamos cómo ayudarla”, agregó la mujer, quien aseguró que su hijo de seis años también sufre de alergias desde que nació y por ello tuvieron que llevarlo de emergencia al hospital recientemente. “La doctora que lo vio dijo que también puede ser por causa de las cucarachas“.
Al igual que ocurrió con el caso de Andrés Serrano, el papá de Samanta, Fabián Bravo, también se quejó con su casero y con la Ciudad, porque el departamento donde vive con su familia, en el 430 61th Street, en Susent Park, Brooklyn, está infestado con roedores e insectos. Esto sin contar con las goteras y el moho que constantemente salen en su baño.
“Cuando apagamos la luz en la noche salen demasiadas cucarachas; es como una colmena. Y aunque hemos limpiado y puesto trampas seguimos viendo muchas. Algunas son grandes, como de dos pulgadas”, dijo el mexicano, quien cree que la razón por la cual no han podido acabar con los insectos es porque todo el edificio está muy sucio. “Hemos tapado debajo de la puerta pero aún así entran. Las puedes ver en los pasillos y en todos lados”, agregó.
Su esposa Nora denunció que desde que la actual dueña compró el edificio hace 10 años, en 2007, sólo han fumigado el inmueble en tres oportunidades. “Ella dice que las cucarachas son ‘algo natural que pasa en todas las casas'”.
Los Bravo, originarios de Puebla, y quienes tienen más de dos décadas viviendo en el mismo departamento, también se quejaron porque su edificio está invadido por roedores. Y, aunque decidieron comprar un gato, esto no ha detenido que los ratoncitos se sigan paseando por el medio de su sala.
“Son muy rápidos y se esconden por todos lados (…) Hace un mes encontramos uno muerto dentro de la estufa y no lo hemos podido sacar. Lo descubrimos por el mal olor”, comentó Nora Bravo.
“También los he visto afuera, en el pasillo, metiéndose en la casa de la vecina por debajo de la puerta. Van de departamento en departamento”, se quejó la mujer.
Mientras su mamá y su papá hacen todo lo posible por mantener su humilde vivienda libre de plagas, Samanta, quien acaba de cumplir 13 años, debe cargar un inhalador con ella todo el tiempo en caso de sufrir otro ataque de la peligrosa enfermedad como los que ya ha experimentado tres veces este año.
“La última vez fue cuando venía de una práctica de correr. Me dio mucho miedo porque como no podía respirar pensé que me iba a morir. Es algo horrible que no quieres sentir”, dijo la niña quien cursa el octavo grado y practica atletismo y baloncesto.
Epidemia entre los latinos
Nueva York es una de las ciudades que tiene las tasas de asma infantil más altas de todo el país, principalmente en barrios pobres y de las minorías como la hispana.
Según el reporte sobre la salud de los latinos del DOHMH, más de uno de cada seis niños hispanos entre 0 y 12 años de edad (15%) y uno de cada cuatro estudiantes latinos de la escuela secundaria (28%), sufre de asma.
Cuando se trata de los adultos que viven en la Gran Manzana, las tasas de asma entre los latinos son del 17% comparadas con el 10% de los no latinos y el 12% de los neoyorquinos en general. Y entre los hispanos, los puertorriqueños son los más afectados con tasas superiores al 27%, según datos del DOHMH.
¿Por qué causan asma?
Al contrario de lo que muchos creen, factores ambientales externos como la contaminación ambiental, no son los únicos causantes de asma. Esta peligrosa enfermedad respiratoria también se puede desarrollar, o empeorar, principalmente en los niños más pequeños, por condiciones internas insalubres en las viviendas, específicamente por la presencia de ratones y cucarachas.
Pero ¿por qué y cómo estos insectos y roedores influyen en la aparición de esa enfermedad?
Para responder a estas interrogantes, consultamos con la doctora Neeta Ogden, una alergóloga y portavoz de la Fundación Americana de Asma y Alergias (Asthma and Allergy Foundation of America o AAFA).
“Ciertas partes del cuerpo de las cucarachas, sus heces y su saliva son causantes de alergias y ataques de asma porque contienen una proteína que produce una reacción inmune en el cuerpo del niño. Es algo muy similar a lo que ocurre con las alergias causadas por alientos, aunque con síntomas diferentes”, explicó la doctora Ogden, quien es especializada en asma, alergias e inmunología, tanto en adultos como en casos pediátricos.
“Especialmente en las ciudades, es muy común ver que los niños con asmas son muy difíciles de tratar porque están constantemente expuestos a las cucarachas, que están más presentes en edificios de departamentos. Y no necesariamente tiene que haber una gran cantidad de cucarachas para que causen alergias y asma en los niños”, agregó la experta.
Y cuando se trata de los roedores, la portavoz de la AAFA indicó que éstos también pueden causar reacciones alérgicas en niños y empeorar los síntomas de asma. “Puede ocurrir algo similar a lo que pasa con las cucarachas, especialmente si hay presencia de saliva y heces de ratones”.
La alergóloga sugirió a los padres –especialmente aquellos que sufren de asma o tienen casos de asma en la familia–, que se aseguren de tener sus viviendas muy limpias, que mantengan la comida guardada en envases, y que fumiguen con regularidad para que prevengan la enfermedad.
“Que contraten a una compañía que venga a fumigar aunque no vean cucarachas y ratones. Que lo hagan por mantenimiento, cada tres meses, tanto en sus departamentos como en sus edificios”, aconsejó doctora Ogden, quien también advirtió que aunque sus viviendas estén limpias, si hay presencia de cucarachas en la casa del vecino, en los pasillos del edificio o en los elevadores, eso también puede impactar a sus hijos.
La especialista indicó que el asma es una enfermedad genética y hereditaria, por lo que dejó claro que los niños cuyos padres son asmáticos, están en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. “Si los padres tienen asma deben estar definitivamente muy atentos a no tener cucarachas en sus hogares”.
Caseros negligentes
Las condiciones deplorables en las que viven las familias Serrano y Bravo son muy parecidas a las que enfrentan muchos inquilinos latinos de bajos recursos en toda la ciudad. Además de la infestación de cucarachas y ratones, en ambos departamentos existen serias irregularidades y violaciones a los códigos de vivienda que los caseros se han negado a reparar en repetidas oportunidades. Por ello ambas familias, apoyadas por organizaciones comunitarias y legales, han llevado sus quejas ante el Departamento de Preservación y Desarrollo de la Vivienda (HPD) y sus casos ha sido escuchados en la Corte de Vivienda.
En el caso de Andrés Serrano, el casero no ha querido reparar las enormes grietas y huecos en las paredes de su departamento que son la puerta de entrada para decenas de roedores. Por esta razón y apoyado por la HPD, el inquilino no ha pagado renta por casi año y medio.
“En mayo de 2016 presentamos en nombre de Andrés y los otros inquilinos del edificio un caso llamado 7A, un proceso especial en la Corte de Vivienda que permite que, si han existido condiciones que ponen en peligro la seguridad y la vida de los residentes, el juez o la Corte pueden sustituir al propietario y nombrar un administrador para que haga las reparaciones. Eso es lo que estamos pidiendo y por ello fuimos a juicio”, indicó Rachael Nager, abogado de Brooklyn Legal Services Corporation A, que representa a la familia Serrano.
Sin embargo, a pesar que presentaron todas la pruebas, la juez decidió no continuar con el juicio debido a que no todos los inquilinos del edificio testificaron. “Aunque esto no es un requerimiento para este tipo de procedimiento, ella dijo que no habían suficientes pruebas al menos que todos los inquilinos testificaran y desestimó el caso”, explicó Nager, quien indicó que ahora se encuentran en proceso de apelación.
La abogada denunció que a pesar que el edificio de seis departamentos donde vive Serrano es de renta estabilizada, el dueño remodeló algunas unidades y las convirtió en departamentos de lujo.
“Si la Ciudad es seria en abordar el problema de los roedores, también deben enfocarse en invertir en iniciativas comunitarias como servicios legales y organizaciones comunitaria para identificar a los propietarios negligentes que no reparan para desplazar ilegalmente a los inquilinos en nuestra comunidad”, dijo Jesús González, co-director ejecutivo de Churches United For Fair Housing (CUFFH), otra organización que también está apoyando a la familia Serrano.
Para los Bravo la negligencia de su casero, quien por más de una década se ha negado a resolver problemas de moho, goteras y plagas, también ha sido muy frustrante, especialmente por el asma que sufre su hija. Por esta razón también están recibiendo asistencia por parte del HPD que les ayudó a rebajar el monto de su renta hasta que el dueño no haga las reparaciones correspondientes. Su caso también se encuentra en Corte.
“Desde el 2004 comenzamos a tener problemas con mucho moho por una gotera constante el baño y no han venido a hacer ninguna reparación”, dijo Nora Bravo, quien informó que todos los inquilinos de los 16 departamentos del inmueble –la mayoría de ellos mexicanos, dominicanos y puertorriqueños— formaron una coalición llamada “Vecinos Ayudando a Vecinos“, con el fin de hacerle frente al casero. También están siendo apoyados por otras organizaciones como el Urban Justice Center.
Para Rachel Spector, directora de Justicia Ambiental del New York Lawyers for the Public Interest (NYLPI), que forma parte de la coalición Asthma-Free Housing Coalition, una de las maneras claves de abordar estas problemáticas de disparidades de salud es “responsabilizar a los propietarios para que arreglen las condiciones en los apartamentos que desencadenan problemas de salud, como cucarachas y otras plagas. La Asthma Free Homes Act (Ley de Casas Libres para Asma), que ahora está pendiente en el Concejo Municipal, haría exactamente eso y su aprobación es crucial para garantizar la salud ambiental de los inquilinos latinos y de toda la ciudad de Nueva York “.
Además de plagas, la familia Bravo tiene goteras y moho en su departamento, algo que también causa asma./Pedro F. Frisneda.
Según informó una portavoz del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York (DOHMH), esa agencia ofrece asistencia a los inquilinos que tienen problemas de plagas en sus hogares mediante el programa Healthy Homes Program (HHP), que proporciona servicios de evaluación de plagas en viviendas donde residen niños de hasta 21 años que han sido diagnosticados con asma persistente. El médico de cabecera de la familia o su proveedor de atención médica puede referirlos al programa HHP a través de un registro de proveedor en la internet o por vía fax.
“Un inspector de HHP inspecciona la casa y si encontramos plagas o condiciones en la vivienda propicias para la plaga, le pedimos al dueño del edificio que corrija los peligros de manera segura”, indica el DOHMH.
El HHP también puede recibir referidos para ofrecer el servicio de reducción de alérgenos relacionado con plagas para niños con asma cuyas familias tengan un proveedor de atención médica que sea parte del sistema de hospitales públicos de la ciudad conocido como NYC Health + Hospitals.
@eldiariony