Lamentó que la mayoría de los establecimientos que han sido denunciados sigan abiertos y estén “como chivos sin ley”.
“Le estoy sugiriendo al Ministerio de Salud Pública que hagamos una labor conjunta, que hagamos un censo para determinar los establecimientos ilegales a nivel nacional y que se proceda al cierre inmediato, porque el problema es serio”, advirtió.
Hernández Castaños consideró que las autoridades están tratando de hacer su labor, pero que entiende que no hay recursos.
“Un 20 por ciento de los establecimientos tiene problemas de legalidad, hay negocios que ponen un letrero de farmacia para protegerse, pero ya es un asunto del Ministerio, tomar carta en eso”, sostuvo.
Asimismo, denunció que hay suplidores de medicamentos que llenan los locales sin estar avalados por las autoridades, una situación que dijo debe detenerse.
“Pero eso está penalizado por la ley, porque no puedes seguir abasteciendo de medicamentos a un negocio ilegal”, expresó Hernández.
Dijo que en el mundo el 30 por ciento de la medicina tiene problemas, y que en el país muchos de los establecimientos venden medicinas falsificadas, reetiquetadas, muestras médicas y cualquier cosa que parezca medicina.
“Porque lo que están haciendo es cogiendo a los incautos que detrás de buenos precios de medicamentos van a esos establecimientos tratando de curar sus dolencias”, lamentó.
Hernández habló durante la entrega de la duodécima edición Premios Mortero de Oro, realizado por motivo del “Día del Sueño de Farmacia”, que se conmemora el 31 de octubre.
Los galardonados de este año fueron Julio Curiel de Moya, del grupo Carol con el premio Gran Mortero de Oro; Cristóbal Federico Gómez de laboratorios Magnachem, con el Mortero de Oro Especial y César Lantigua, de la farmacia Ana María de Santiago, con el Mortero de Oro Póstumo.
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