Una corte en Japón condenó a Chisako Kakehi a morir en la horca por los crímenes, ocurridas entre 2007 y 2013.
Kakehi envenenó a las víctimas con cianuro tras convertirse en beneficiaria de sus testamentos, según la corte del distrito de Kioto.
Según medios, la mujer estuvo casada al menos tres veces y tuvo otros tres compañeros sentimentales que murieron, todos pocos años después de iniciar su relación con ella. La mujer habría acumulado en torno a 1.000 millones de yenes (8,8 millones de dólares) en herencias a lo largo de 10 años.
La corte rechazó el argumento de sus abogados de que la acusada padecía demencia. La defensa apelará el veredicto ante un tribunal superior, lo que podría llevar varios años.
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