Los Astros de Houston se proclamaron campeones de la Serie Mundial, es decir del largo campeonato de Grandes Ligas 2017. Es un evento bien proyectado, con mucha paciencia y una estructura organizativa que no tiene baches. Incluyendo mes y medio de entrenamientos, 6 meses de la regular y un mes de play off, este beisbol se convierte en un gran entretenimiento local (en USA), regional (en América Latina y Canada) y trasciende al continente asiático pues hace mucho hay jugadores asiáticos ( Japón, Taiwán, Corea). Los últimos datos dicen que este negocio (o industria) mueve más de 10 mil millones de dólares, que es una suma considerable. Por tanto dinero es que pueden pagar millones a sus protagonistas, los jugadores.
Houston ha ganado en el máximo de 7 juegos y lo hizo como no favorito. La mayoría de analistas veían a los Dodgers con capacidad ganadora, pero no siempre gana el favorito. Gana quien juegue mejor beisbol, y siendo este un deporte “de pulgadas” el factor suerte siempre está presente y a veces decide.
Naturalmente hay que tener el talento, la disposición y hacerlo bien.
En mi pronóstico de la serie hice una oferta a favor de Houston para ganar en 6 juegos, y creía que podian hacerlo así luego de haber vencido en el 2do. partido de la serie, celebrado en Los Angeles. Si los Astros ganaban primero como visitante tenian toda la ventaja, pero las cosas no sucedieron así. Houston es campeón por vez primera desde su nacimiento en 1962. Habían perdido su primera asistencia a serie mundial en 2005.