Los criollos, que no quisieron ser identificados ni fotografiados, expresaron que De Blasio tomó esa decisión a favor de los inmigrantes por la “furia migratoria” del gobierno de Donald Trump.
En la Gran Manzana hay cientos de miles de inmigrantes, incluyendo miles de dominicanos, y es considerada una ciudad santuario, que protege a los inmigrantes legales o ilegales.
El ejecutivo neoyorkino alegó que el gobierno de Trump ha emprendido un nuevo “asalto racista” contra las comunidades de inmigrantes.
“Protestó a una nueva acción del Departamento de Justicia, que amenaza a ciudades autodenominadas santuario con citaciones judiciales si descubre que están ocultando información a las autoridades federales”, dijo De Blasio.
El gobierno del presidente Donald Trump ha prometido castigar a ciudades y estados que se niegan a colaborar con la aplicación de las leyes de inmigración y ha amenazado reiteradamente con negar millones de dólares en subsidios a los gobiernos de comunidades y estados que se niegan a enviar esa clase de información a las autoridades federales.
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