Pero en un blog colgado el pasado viernes, Twitter fijó su posición, señalando que era poco probable que bloquearían líderes mundiales a menos que sea algo extremadamente necesario.
“Bloquear un líder mundial de Twitter o remover sus tuits controversiales, escondería información importante que la gente debe poder ver y debatir. Tampoco silenciaría a ese líder, pero sí afectaría una necesaria discusión de sus palabras y acciones”.
“Revisamos los tuits de los líderes dentro del contexto político que los define y cumplimos con nuestras reglas. Ninguna cuenta particular impulsa el crecimiento de Twitter o influye en estas decisiones. Trabajamos duro para mantenernos objetivos, con el interés del público como lo primordial”.