En un tuit matutino, Trump dijo que cuando un vehículo fabricado en China se envía a Estados Unidos, el arancel es solo de 2.5%, mientras que los automóviles estadounidenses exportados a China reciben un impuesto de 25%.
“¿Eso suena a comercio libre o justo? No, suena a comercio estúpido”, escribió el presidente estadounidense en Twitter.
China cobra aranceles totales de 25% en la mayoría de los automóviles importados: un arancel aduanero de 10% más un impuesto automático de 15%. Desde diciembre de 2016, Beijing cobra 10% adicional a los vehículos de súper lujo que valgan más de 1.3 millones de yuanes ($200,000).
Inversionistas en todo el mundo están atentos a la creciente disputa comercial entre ambos países. Trump ha pedido a China que alivie las barreras comerciales “porque es lo correcto”.
Estados Unidos compró más de $500,000 en bienes chinos el año pasado y ahora está considerando aranceles sobre unos $150,000 millones de esas importaciones. Estados Unidos vendió alrededor de $130,000 millones en bienes al país asiático en 2017 y enfrenta un impacto potencialmente devastador en su mercado si China responde de la misma manera.
Beijing se ha comprometido a “contraatacar con gran fuerza” si Trump decide seguir adelante con su última amenaza de imponer aranceles sobre otros $100,000 millones en productos chinos, después de un anuncio anterior que apuntaba a $50,000 millones.
El domingo, el nuevo asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que “una coalición de los dispuestos” -incluyendo Canadá, Australia y gran parte de Europa- se estaba formando para presionar a China y que Estados Unidos demandará que la Organización Mundial de Comercio sea más estricta con Beijing. Y dijo que aunque Washington esperaba evitar una acción, Trump era serio con sus amenazas.
“Éste es un problema causado por China, no por el presidente Trump”, dijo Kudlow en “Fox News Sunday”.
Pero restó importancia a la amenaza de aranceles, diciendo que es “parte del proceso”, insinuando que el impacto sería “benigno” y que tenía esperanzas de que China entre en negociaciones. “No pienso que se acerca una guerra comercial”.
En tanto, el secretario del Tesoro Steve Mnuchin dijo en el programa “Face the Nation” de la CBS que no esperaba que los aranceles tuviesen “un impacto significativo en la economía”, aunque dejó abiertas las puertas a la posibilidad de secuelas. Admitió que podría ocurrir una guerra comercial, pero dijo que no la esperaba.
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